Por: Javier Poveda
El 3 de marzo de 2017 salió al mercado The Legend of Zelda: Breath of The Wild, videojuego que marcó un cambio radical en la jugabilidad de la mítica saga creada por Shigeru Miyamoto en aquel febrero de 1986. Ahora el pasado 12 de mayo, el gran diseñador de videojuegos en compañía de Eiji Aonuma (productor, director y supervisor de varios juegos de esta franquicia) lanzó al mercado The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, secuela directa de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Esta nueva entrega ha sido de las más esperadas por los fanáticos de esta entrañable saga porque este supone, según infinidad de teorías, la conclusión de la saga y un posible nuevo comienzo para la franquicia
The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom prometió dejarnos con la boca abierta con sus nuevas mecánicas de juego, un vasto cielo el cual explorar y una narrativa más extensa, esta última es la gran expectativa que teníamos gracias al último tráiler, donde nos revelaron que el portador de la Trifuerza del poder hace acto de presencia desde 2006 en The Legend of Zelda: Twilight Princess. Ganondorf nos impresionó en este tráiler con un grito de ira tan épico que la ansiedad fue la protagonista por un buen tiempo mientras llegaba la tan anhelada fecha.
La ansiedad se acumuló día a día esperando la fecha de lanzamiento, pero la pregunta clave fue: ¿será esta entrega tan significativa y rompedora como su antecesor The Legend of Zelda: Ocarina of Time de 1998 o su precuela? Tras su lanzamiento nos pudimos dar cuenta que Nintendo, Shigeru Miyamoto y Eiji Aonuma siempre nos dan calidad y amor con esta franquicia; amor y calidad que son demostrados siempre a través de las calificaciones de la crítica especializada y la ovación de sus fieles fanáticos.
Recuerda que jamás serás muy viejo para disfrutar de un videojuego.