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VIUDA NEGRA METAL FEST: La música extrema goza de signos vitales

Redacción: Joel Cruz
Fotografía: Zulma Palacios

Bogotá volvió a ser plaza de la estrepitosa actividad musical que la movida independiente sigue ofreciendo a quienes siguen de cerca sus pasos. En esta nota acerca del Viuda Negra Metal Fest, la ramificación más férrea del rock fue protagonista durante dos noches de estilos renombrados en lo que el metal como emblema de música, porte y filosofía lleva representando por años, sobre todo cuando su sonido se asemeja a una enorme bestia protectora que devora los miedos e inseguridades del ser humano, mientras sus rugidos son la pasión misma que un metalero muestra frente a su banda favorita en concierto. A fin de cuentas, estos bramidos son la adrenalina que emerge de los fans, alimentándolo de energía para que su ferocidad no disminuya, se fortalezca y conserve una pulsación cardíaca estable.

Perpetual Witness, fotografía: Zulma Palacios

El underground, aquella exclusividad que marca una linea de rechazo hacia la superficie de lo prefabricado para seducir a las grandes masas y criticado por el libre acceso a la información de nuestros días, se vive actualmente más como un código cultural que el fan de la música ha adoptado gracias a su vínculo con este submundo. El metal, uniformado con prendas oscuras, cabello largo y un aire desafiante a lo en teoría incuestionable, también se ha encargado del moldear la vivencia individual en cada uno de sus seguidores, que a su vez conservan la validez de las insignias que lo hacen fuerte, legítimo.

Los pasados 16 y 17 de marzo, la esencia y versatilidad del thrash y black metal (hasta más) se hicieron presentes en el occidente de la capital colombiana; y si en este momento, usted, amable lector, se pregunta por qué es necesario realizarle una antesala de dos párrafos a un simple concierto de metal, pues la respuesta es sencilla: el pasado Viuda Negra Metal Fest, lejos de ser un evento más, fue precisamente la muestra de cómo el público local se apodera de sus propias agrupaciones. En su posición más radical, en su vivencia más autóctona y en su lenguaje más concreto.

The Scum, fotografía: Zulma Palacios

Thrash (Black, Death) Till Death

Perpetual Witness y Akheron abrieron el camino para lo que se esperaba de un concierto para headbangers con un cartel ambicioso. Sonido thrash forjado desde sus raíces y moldeado con las influencias que han traído décadas posteriores, la mixtura de otros estilos pesados y los retos que siempre se proponen los músicos para darle vigencia a un género cargado de tanta narrativa. Al igual que en otros casos, el público tímidamente se fue incorporando a cada presentación y en el caso de quienes apenas se hallaban en su primera experiencia con las bandas, la buena reacción fue instantánea. Akheron por ejemplo, destacó con un nivel de ejecución que han venido desarrollando en su material discográfico y que muestra la persistencia de los años. En esa misma idea, el empeño por perfeccionar una jerga de blast beat y guitarras agresivas desde la temática salvaje de Bogotá.

A propósito, quien escribe estas líneas para ustedes cree que la capital colombiana le podría dar  mayor oportunidad de vitrina a las agrupaciones que han logrado una sólida carrera en otras ciudades del país. Esto al recordar la potencia en escena de los bumangueses Dark Manthra, la primera intromisión de oscuridad y velocidad en esta primera jornada del Viuda Negra. Desde 1997, orgullo de su ciudad y del underground nacional, el «caos mórbido» de sus canciones le dieron mayor euforia al ambiente. La experticia, lejos de ser repentina, mostró en tarima a un cuarteto que se entiende musicalmente a la perfección y que por lo tanto, posee sin ningún temor, la habilidad de mostrar su identidad ante quienes saben apreciarlo.

Dark Manthra, fotografía: Zulma Palacios

La atmósfera sombría de Nosferatu y la versátil fortaleza bélica de Random Revenge siguieron dando de qué hablar en la noche, particularmente como emblemas de que el metal lleva años adquiriendo cualidades muy propias, maduradas junto a la frialdad de Monserrate y la desolación de la Avenida Caracas en horas non sanctas. Las fuertes metamorfosis de esta llamada escena local muestran hoy por hoy algunas bandas más interesadas en pulir detalles compositivos y el trabajo de un performance realmente serio, acorde a su visión de las cosas.

Random Revenge, fotografía: Zulma Palacios

Con Witchtrap, el thrash más ortodoxo le hizo frente a su entorno, congregando a la mayor cantidad posible de fans, y que tienen una serie de vivencias con una agrupación que entre otras, define gran parte de la pasión metalera elaborada en Sudamérica: agreste, directa, en un idioma ácido, guerrero, pero inclusivo. Nada mal para una banda que ha sabido conectarse con grandes tarimas de Europa y Estados Unidos desde la originalidad que el metal clásico sigue enseñando incluso en el siglo XXI.

Witchtrap, fotografía: Zulma Palacios

Viuda Negra Metal Fest, nombre bastante asociado a la producción física de música metal y la cultura de lo que este género simboliza para sus buenos amantes, cerró su primera velada nocturna con The Scum, death metal desde Manizales. Con una mezcla de fuerza, técnica y carisma, el poder extremo del Eje Cafetero se hizo sentir de nuevo en Bogotá; un rincón del territorio que siempre sabe brindar sorpresas a otros escenarios con estandarte colombiano. La historia de la banda, en sus más de diez años de existencia siempre ha tenido un vínculo recio con el circuito capitalino; aún así, es con su álbum 2022 The Hunger (y un importante apoyo audiovisual), que la respuesta a su obra ha crecido exponencialmente, incluso a la sombra de una «escena» que tiene dificultades para proyectarse internacionalmente.

Kult Of Eblis, fotografía: Zulma Palacios

Black Metal from the dark past

La segunda y última noche del Viuda Negra le otorgó mayor profundidad a la reunión metalera: Sacrilegio (desde Ibagué), Mahakala, Goat (de Pasto) y Satanic fueron una motivación inmensa para darse cuenta la vasta cantidad de matices que la legión BM todavía tiene por ofrecer al mundo del arte. En este estilo siempre habrá un respeto solemne a sus raíces y pioneros, pero la creatividad del ser humano es ilimitada, por lo que en cada show los espectadores notaron con suma atención obras muy diferentes entre sí, con maneras muy particulares de transmitir lo que sus mensajes estéticos tienen para decir a través de la música, las letras y la imagen.

La penumbra se hizo más abrazadora cuando Kult Of Eblis aumentó todavía la adrenalina de un rincón sonoro que siempre invita a la reflexión personal, a la expulsión del veneno que habita en cada persona, desafiando constantemente los dogmas espirituales. Una muestra comandada por el dúo femenino Ahharu Oba y Metzli Jiz Rulicum y que además invitó en uno de sus temas a la vocalista Lamia Inferorum de Oreb Zarak, banda también ligada al sello anfitrión del evento.

Mahakala, fotografía: Zulma Palacios
Mahakala, fotografía: Zulma Palacios

Las décadas de la semilla blasfema se hicieron mayormente presentes, como espectros eternos, al paso de Nocturnal Sanctuary; la celebración de los treinta años de trayectoria ininterrumpida de Infernal, insignia absoluta del black metal antioqueño (con una numerosa discografía y una rigurosa efigie de la guitarra  en el género) y por si fuera poco, la presencia inconfundible de Esbbat, con una línea de tiempo que ha sabido fidelizar a sus seguidores de una forma que solamente pocas bandas han podido conseguirlo.

Kult Of Eblis, fotografía: Zulma Palacios
Nocturnal Sanctuary, fotografía: Zulma Palacios

Al final, Viuda Negra Metal Fest enseñó nuevamente que la pasión por la música involucra una experiencia completa, al alcance de sus verdaderos adeptos y en comunión con el camino que varios de nosotros hemos elegido. Diferente al de muchos, pero con sus propias satisfacciones.

Nocturnal Sanctuary, fotografía: Zulma Palacios