Por: Joel Cruz
Como si se tratara de una selva de concreto hastiada de vértigo, virtudes, pecados e inmersa en el deterioro de sus días más gloriosos, el rock and roll posee una geografía accidentada. Al igual que las grandes metrópolis hechas a punta de ego y estiércol, toda escena musical y toda ciudad opulenta con nombre famoso tienen fisuras, puntos ciegos de excomunión. Fronteras invisibles donde la mescolanza da vida a expresiones del anonimato que brillan desde el ars gratia artis, al menos mientras se vuelven masivas.
Respondiendo a esto, el post punk y el rock gótico fueron puntos de unión en la esencia de lo desconocido y su efecto dominó orquestó la complicidad de ondas crudamente contestatarias con el color estrafalario del glam, junto a las inclusiones de temas más íntimos, oscuros, siniestros o literarios de los jóvenes principalmente ingleses, especialmente los de la hegemonía Margaret Thatcher.
Encontrar una minuciosa reseña de este movimiento y todo lo que su influencia implica no es una tarea tan difícil en nuestros días; pero si en su pleno apogeo (así como muchos años después) habías nacido en un lugar poco familiarizado con la cultura anglo (como el norte del trópico suramericano), su historia era cosa nostra de unos cuantos personajes radicalmente al margen de lo guapachoso en su esplendor de camisa hawaiana. Por lo mismo, sus tesoros musicales o su conocimiento los convertían en unas celebridades exóticas sacadas del expresionismo alemán, pero más cerca de tu barrio que de un antiguo celuloide.
Ante un interminable paralelo del pasado-presente, hoy es prácticamente un milagro que dos bandas sobrevivientes de aquella era hayan anunciado una próxima visita a Colombia; país donde lo frío, melancólico y despiadado goza de naturalidad en un arma que abre fuego, aunque su influencia represente todo un sacrilegio sobre el ideal artístico. The Mission, cabezas de cartel y como invitados del tour, nada más ni nada menos que Christian Death, emblema del sucio deathrock angelino. Desde la clandestinidad de los casetes, lo vinilos y los bares de mala muerte a un acto en vivo en la sala de conciertos Ace Of Spades.
The Mission (The Mission UK para los estadounidenses, dada la coincidencia de nombre con una banda blues de allí), es la simbología viviente del punk evolucionado en un género que desde los años ochenta tomó la fuerza suficiente para permear el lado más opaco de la cultura pop; el costado vampírico e interno de la rabia estridente y las guitarras distorsionadas, pero cruzando de una face minimalista a un plano elaboradamente sombrío. Antes de hacer una larga lista con embajadores del gothic rock, es más sensato mencionar que gracias a su influjo, agrupaciones como The Cure y Type O Negative llegaron a nuestros oídos, con un éxito comercial que más bien en nuestro paisaje cotidiano fue más bien relegada al fenómeno de culto.
«La misión» fue idea de Wayne Hussey y Craig Adams, integrantes en el pasado de The Sisters Of Mercy. Su biografía (que da para una película completa), incluye álbumes exitosos en ambos lados del «charco», sobre todo en la fría Inglaterra de la cual provienen. De hecho, sus prolíficos inicios fueron marcados por el debut God´s Own Medicine, disco que en su momento les representó unas 70.000 copias vendidas en su país de origen. Su ascendente recorrido les valió incluso compartir giras con U2, Robert Plant de Led Zeppelin o The Cult. No obstante, toda narración cautivadora tiene altos, picos y caídas, por lo que The Mission también ha pasado por momentos de inactividad, declives de ventas, popularidad y la deserción de integrantes considerables.
La huella de las décadas, sin embargo los ha mantenido firmes en el tiempo. En honor a la verdad, sus temporadas de ausencia en el circuito musical son mínimas en comparación al trayecto que han construido desde una discografía robusta. En este aspecto, su álbum del 2016 Another Fall From Grace puede ser perfectamente el punto más maduro en su recorrido; hecho a base de canciones con matices elegantes, quizás el punto ideal que sus miembros estuvieron buscando desde que le dieron forma a la banda en 1985. El larga duración, aparte de tener entre sus invitados a Ville Valo (HIM), Gary Numan y al mismísimo Martin Gore de Depeche Mode, fue la excusa para que el grupo figurara nuevamente en las tendencias sonoras de Inglaterra. ¡La calidad toma tiempo!
Los fans latinoamericanos de The Mission no son desconocidos en absoluto para la banda británica, así que en varias latitudes del continente sus próximas visitas a Brasil, Argentina, Chile y México serán motivo de reencuentro; Colombia será la novedad de la gira (bautizada THE MISSION D-24) y por consiguiente, el sueño cumplido para los seguidores que esperan el primer contacto directo con esta leyenda. La fecha elegida para suelo cafetero es el 21 de octubre, será una realidad gracias a la empresa Atenea y las entradas ya se pueden encontrar en el portal eventrid.com.co.
Un momento especial requiere sin duda un invitado especial: este nuevo tour incluirá la presencia de los clásicos Christian Death, la respuesta provocadora del gótico crudo de Los Angeles (tierra de paganos) y cuyo legado se sostiene gracias al multinstrumentista Valor Kand y a Maitri, encargada tanto de las voces femeninas como de otros roles infaltables en el sonido de esta banda. Su largo camino da cuenta de la vigencia en su género y la herencia que a su vez, han dejado en artistas como Nine Inch Nails, Marylin Manson, Jane’s Addiction y un largo etcétera.
Sin agregar nada más, recuerden que octubre, momento de la víspera de todos los santos, se encuentra a la vuelta de la esquina y su banda sonora con The Mission y Christian Death ya está preparada para ustedes. De esta forma, los ropajes oscuros y la actitud siniestra invadirán sus almas antes de lo pensado. En el reloj, los minutos empiezan a escasear…