Fotografía: Cristian García
Redacción: Zulma Palacios
Fueron la base de la adolescencia de muchos, los culpables de cantar a grito herido coros cargados de despecho y sumamente adictos al dolor pues para la época en que empezaron a tomar fuerza, Don Tetto, competía con una fuerte oleada del movimiento emo, otra no tan grande pero si sedimentada, generación del metal y del punk. Hoy casi 20 años después su trabajo, constancia y profesionalismo lo reflejaron en el Movistar Arena de Bogotá.
Sobre las 3:00pm de la tarde del sábado 25 de mayo, las calles del barrio El Campín, se convertían en la pasarela de esa juventud de pupitres rayados y el paso entre ser un eterno adolescente y madurar. Sin dejar de lado que las generaciones de los comienzos de los 2000 no eran las únicas presentes pues el público se marcaba por una fuerte diferencia entre los de 30 y 40 que sin afán se mezclaban con los de 18 – 20 años en adelante.
Ya dentro del Movistar Arena, la alegría de poder ver a una banda colombiana con un sold out completo era increíble, de respetar y sobre todo de admirar. Como apoyo al show de estos bogotanos abriría el concierto la banda Riotz, seguidos de La Monky Band. Rock, ska y algo de emo le abrirían las puertas al show de Don Tetto.
Este cuarteto de bogotanos no escatimó en nada; las luces, los invitados, el apoyo en pantallas y la conexión con el público que siempre será un plus, destacaron en una noche llena de recuerdos, sonrisas, coros y lágrimas cargadas de felicidad. Ilona y Amos Piñeros serian parte de la cuota de invitados a un show que como ellos mismos se vieron obligados a llamar después de ver un muy buen resultado en ventas, histórico, deja en claro que, con trabajo, constancia, profesionalismo perseverancia y sobre todo sin mirar a los lados se pueden lograr grandes cosas.