Por: David Villamizar
El mundo del anime pasa por uno de sus momentos más fuertes en términos comerciales debido a la cantidad de producciones que se lanzan año tras año. Eso no significa que todas las historias sean buenas, pero, como es costumbre, la cultura japonesa no deja de sorprendernos con la variedad de historias que pueden llegar a tocar, desde las más infantiles hasta las más alocadas posibles. Por eso, muchas series se han perdido o no cuentan con la popularidad necesaria, especialmente aquellas que abordan temas más adultos.
Hoy quiero hablar del anime Monster, el cual es considerado una obra maestra del thriller psicológico dentro del género de seinen (término referente a las historias dirigidas a un público adulto), reconocido por su profunda exploración de la psiquis humana y su compleja narrativa. Basado en el manga escrito e ilustrado por Naoki Urasawa, este anime ha capturado la atención de los aficionados por su intrigante trama, personajes bien desarrollados y un suspenso constante. A continuación, desglosamos los aspectos más destacados que hacen de Monster una serie imprescindible.
Sinopsis de Monster
La trama principal de Monster es bastante clara y directa. En 1986, Kenzo Tenma, un brillante neurocirujano japonés que trabaja en Alemania, tiene todo lo que podría desear. Está comprometido con la hija del director del prestigioso hospital en el que trabaja, y su futuro promete ser tan próspero como el de su suegro. Esta posición le permite soñar con continuar su investigación. Su vida parece destinada al éxito.
No obstante, su futuro brillante cambia rápidamente cuando decide hacer lo correcto. ¿Qué es lo correcto? Salvar la vida de un niño que ha recibido un disparo en la cabeza y necesita atención inmediata. Al elegir operar al niño en lugar de al alcalde, quien sufre un aneurisma cerebral, Tenma, comete un “error” político fatal, dejando al alcalde en manos de cirujanos menos cualificados.
Este acto de rebelión contra las órdenes del director del hospital le cuesta todo al personaje. Pierde su futuro prometedor, a Eva, su hermosa pero codiciosa novia, y en un momento de debilidad emocional, se abre al niño que salvó. Sumido en la desesperación, expresa sus deseos más oscuros en voz alta, deseando la muerte del director del hospital. Sus palabras son escuchadas por una maldad imperceptible para él, quien responde a sus plegarias.
El “regalo” viene del niño que salvó, Johan, quien resulta ser un asesino en serie. La muerte del director del hospital permite que Tenma recupere su posición prominente y vuelva a encaminarse hacia el éxito.
Nueve años después, mientras disfruta de este éxito, el protagonista se da cuenta de que sus pensamientos oscuros le llevaron a obtener esa posición, y sin darse cuenta, hizo un pacto con el diablo. Su decisión de salvar al niño, correcta y pura como médico, se convierte en uno de los mayores errores de su vida, ya que ahora es acusado de esos crímenes.
La premisa básica es esta: Tenma busca a Johan, quien ahora tiene unos 20 años y parece infiltrarse en varias posiciones de poder en la nueva Alemania post-Guerra Fría. Tenma se da cuenta de que salvó a un asesino en serie, un “monstruo” con un plan. Pero, ¿cuál es su propósito? Este cirujano tiene que descubrirlo. En su odisea, se enfrenta a una trama oscura y siniestra que le hace cuestionarse incluso su propia humanidad.
Personajes complejos y bien desarrollados
Uno de los aspectos más fascinantes de Monster es su desarrollo de personajes. Cada uno está meticulosamente construido, con motivaciones y trasfondos detallados. Kenzo Tenma es un protagonista complejo cuya moralidad se pone a prueba constantemente. Su evolución de un doctor idealista a un hombre perseguido por la culpa y la desesperación es profundamente conmovedora. Johan Liebert, por otro lado, es uno de los villanos más enigmáticos y aterradores en la historia del anime. Su frialdad y naturaleza calculadora añaden una capa profunda de terror psicológico a la serie, convirtiéndolo en un antagonista inolvidable.
Una dirección que mantiene el suspense
La animación de Monster es sobria y realista, algo difícil de ver en la actualidad, complementando perfectamente el tono oscuro y serio de la serie. La dirección, a cargo de Masayuki Kojima, mantiene un ritmo constante que logra tener a los espectadores al borde de sus asientos. Cada episodio está cuidadosamente elaborado para desarrollar la tensión y el misterio. La serie utiliza una paleta de colores apagados y una banda sonora minimalista para crear una atmósfera opresiva y sombría, que realza la gravedad de la trama y los dilemas morales presentados.
Recepción crítica y legado duradero
Desde su estreno, Monster ha sido aclamado tanto por la crítica como por los fans. Su compleja narrativa y el profundo desarrollo de personajes han dejado una huella perdurable en el mundo del anime. Es considerada una serie de culto y una obra imprescindible para cualquier amante del thriller psicológico. Críticos y fans han elogiado la serie por su capacidad para mantener la tensión a lo largo de sus 74 episodios y por su exploración profunda de temas filosóficos y éticos.
Comparaciones con otros thrillers psicológicos
Comparar Monster con otros animes del mismo género puede ayudar a los lectores a entender mejor lo que hace única a esta serie. Por ejemplo, mientras que series como Death Note también exploran la moralidad y el poder, Monster lo hace de una manera más sutil y realista. A diferencia de los elementos sobrenaturales de Death Note, Monster se basa en situaciones y personajes que podrían existir en la vida real, lo que hace que sus dilemas sean aún más perturbadores.
Conclusión: Una obra de arte en forma de anime
El anime Monster es una experiencia única que combina una trama apasionante con personajes profundos y una intensa exploración psicológica. Si estás buscando una serie que te mantenga intrigado y te haga reflexionar sobre la naturaleza humana, Monster es la elección perfecta. No es solo un anime, es una obra de arte que trasciende el medio y deja una impresión duradera. La serie no solo entretiene, sino que también invita a los espectadores a cuestionar sus propias percepciones de la moralidad y el mal.
