Por: Joel Cruz
Resumir en pocas palabras lo que significa Therion para la música extrema es una utopía, y honestamente, algo egoísta. Llevar a cuestas la responsabilidad de ser pioneros de corrientes que popularizaron al metal no es tan romántico como parece. A veces basta con encontrarse algunas declaraciones de su líder Christopher Johnsson haciendo un recuento sobre lo que ha vivido y dejado atrás, para darse cuenta de que uno de sus temores radica en repetirse, ser parte estéril del montón; una dura decisión que le ha generado simpatizantes y detractores por igual. Al parecer, poco le ha importado y es lo mejor del asunto.
Pero observando con ojo clínico esta supuesta arrogancia acerca del rockstar que le encanta crear opiniones divididas desde lo absurdo, no es raro que Therion, la Bestia del Apocalipsis, haga honor a las menciones perturbadoras que ocupan los textos bíblicos donde aparece, aunque por una razón en especial: la ampolla que levanta en la crítica y en los fans (bueno subrayarlo), descansa sobre sus determinaciones en la creatividad musical; buen síntoma para un grupo acostumbrado a ser blanco de atención en las primicias del heavy metal internacional. En los debates que ocasiona se cuestiona la obra, pero nunca la vida privada de sus autores. Lo último déjenlo para los chismosos y las revistas de farándula.
A Therion se le puede echar la culpa de transgredir conceptos sagrados en la comunidad metalera o en llevar la dirección de su sonido a planos donde el raciocinio de lo extremo le es difícil llegar, mediante el uso de letras complicadas; tal vez incursionar en experimentaciones demasiado abiertas para el oído headbanger, pero nunca en abusar de fórmulas musicales hasta el cansancio. Eso jamás.
El metal, lejos de ser la expresión rebelde de hace cuarenta años que el puritanismo, el comercio y la sociedad miraban con recelo por abrazar fervorosamente lo que otros solían rechazar, tiene periodos de ascenso, caída y evolución dignos de observar, como una buena cátedra de historia del arte. En estos episodios, los llamados padres del metal sinfónico han participado mucho más de lo que su título ostenta y por si este mote fuera poco, su vigencia en las noticias de la prensa especializada es tan llamativa como cuando empezaron a alejarse de la clandestinidad.
A finales del 2023, el grupo publicó Leviathan III, la continuación de una saga que inició en la pandemia y que hasta el momento, tiene una recepción general notable en relación a discos anteriores, retomando los rasgos fuertes de su conglomerado sonoro. Con esto, la correspondiente gira promocional sigue provocando el interés de jóvenes seguidores que apenas buscan impregnarse en Therion como concepto; pero también el de los espectadores veteranos, cuyo vínculo histórico con la banda es largo, y se niegan a perderse de la experiencia absoluta. Por el contrario, desean renovarla la mayor cantidad de veces posible.
El Tour 2024 de esta nueva entrega incluye visitas importantes a Latinoamérica y en el caso de Colombia, tres serán los destinos: Bogotá, Cali y Medellín, desde el 19 al 22 de septiembre.
Sabemos que el noveno mes del año también es el mes de los enamorados en el país, así que ojalá puedan celebrar el Día del amor y la amistad en su muestra más creativa e intensa posible, y asimismo, no perderse a Therion, agrupación que para muchos, simboliza sus entrañables afectos por el metal.
Entradas en eticketablanca.com; evento de Flora Music.