Ese Zea es un proyecto colombiano nacido en la ciudad de Medellín de la mano del músico Santiago Zea Arrubla, originalmente como un proyecto unipersonal. Es una propuesta musical que explora diversos ambientes sonoros con la premisa de no coartar la creatividad del artista.
La intención de la propuesta de Ese Zea es convertir imágenes cotidianas en melodías y letras, transmitir a los oyentes emociones que conecten con sus historias personales, sublimar momentos que pueden ser comunes a muchas personas y enmarcarlos en una sonoridad especial, para así, crear imágenes en la cabeza del oyente en las que pueda proyectar sus propias vivencias o fantasear.
«Con mis canciones quiero dejar un mensaje de que nos vamos a morir y es momento de hacer una pausa para ponerle atención a los pequeños momentos que nos brinda esta corta estancia. En este limitado tiempo que tenemos, deberíamos poder conectar con otros seres humanos, con nosotros mismos y con nuestros deseos; qué hacer con ellos ya es problema de cada quién, eso sí. Estamos en un mundo en el que constantemente, aunque estamos rodeados de gente, nos sentimos solos, y eso es muestra de que algo no está bien», cuenta el músico de la ciudad de Medellín con influencias de indie rock, shoegaze, post punk, bedroom pop e incluso el trap en proyectos como The Strokes, Molchat Doma, Tame Impala, Mac DeMarco, La Femme y Artemas.
Plástico de Ese Zea es una canción en la que se describe cómo percibe un mundo ficticio uno de los personajes que en él vive, mundo del cual se siente ajeno por las dinámicas propias del mismo. Inconformidad, hastío y rabia podrían describir las sensaciones del personaje.
Además, Plástico tiene una sonoridad inicialmente tranquila y nostálgica, que termina
convirtiéndose en enérgica y potente. La guitarra utilizada en la grabación fue un Jackson King V
con microfonía humbucker, la cual durante la primera parte de la canción se puede escuchar
casi completamente clean, pero para la parte central y el final se le agrega distorsión. El sonido
de bajo es de un Warwick y la melodía del mismo es inicialmente simple, pero termina con una
interpretación virtuosa. La percusión de la canción es lo más estable de la misma. Además,
aparecen teclados tanto melódicos como rítmicos que llenan el espacio e invitan a la reflexión.
Es una mezcla curiosa, que se va volviendo densa a medida que avanza.
«La canción surgió en un momento en el que claramente no estaba muy contento. Estaba escuchando música y sonó una canción de Rubén Blades que tiene el mismo título, Plástico. En esa canción él inicialmente habla de una chica plástica, luego de un chico plástico y termina hablando de una ciudad de plástico. Esa última parte se me quedó rondando en la cabeza: «Era una ciudad de plástico de esas que no quiero ver, de edificios cancerosos y un corazón de oropel, donde en vez de un sol amanece un dólar, donde nadie ríe, donde nadie llora, con gente de rostros de poliéster que escuchan sin oír y miran sin ver». Me quise imaginar cómo sería un mundo completamente así. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Tras imaginarlo, quise que un personaje de ese mundo lo describiera: «Un mundo de plástico en el que Rubén Blades se sacó los ojos. Si no quería ver una ciudad de plástico, en ese mundo se tendría que sacar los ojos, como Edipo» (palabras del artista).
El video de Plástico es muy genuino. Este fue realizado con la técnica de stop motion y su personaje principal es un amigurumi realizado por Alejandra Montenegro basado en una de
las mascotas del músico, Charly, quien va por el mundo encerrado en una burbuja de plástico.
Además, se puede ver la actuación estelar de otra de las mascotas del músico, Aleksi (QEPD).
Es una canción para reflexionar y que busca representar a esos que se han sentido por
fuera del mundo que habitan, a los que se han sentido desorientados entre las exigencias del
sistema social y económico. Si alguien se está sintiendo solo en algún momento difícil de su vida
y la escucha, sentirá que alguien le entiende y ha pasado por lo mismo. «Con Plástico espero llegar a nuevo público, que la gente que escuche la canción la disfrute, aunque sé que no es música para todo el mundo, claramente», dice Santiago.