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La fuerza del martillo sueco irrumpió en la capital para dejar su sello intacto. HAMMERFALL en Bogotá

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Redacción y fotografía: Zulma Palacios

El silencio que se apoderaba del Teatro CUN era la ansiedad de los asistentes queriendo corear y disfrutar de su banda de power metal favorita, de aquellos suecos que por décadas han revolucionado el sonido del metal.

Para acabar con ese silencio, se necesitaba de la fuerza, la potencia y una poderosa voz que solo demostraba que los años no han hecho daño. Joacim Cans, junto a su poderoso martillo sueco, destruyó aquel silencio. La fuerza e imponencia que los caracteriza en el escenario hacía que todo el público enloqueciera y coreara una a una las canciones que con el pasar de los minutos iban proponiendo, canciones que reafirmaban que la gloria del pasado era el éxito de un presente sin excusa alguna o sin sabor futuro.

Hammerfall, fotografía: Zulma Palacios

Sencillos como: ‘Brotherhood’, ‘The dragon lies bleeding’, ‘Hammer of dawn’ o ‘Renegade’, canción himno que no podía faltar en su setlist, fueron algunas de las canciones con las que fuimos encontrando el recorrido de su discografía que hacía que el público se diera el lujo de pedir cualquier canción sin importar en qué álbum se encontrara. Bien podemos hablar del álbum “Hammer Of Dawn” donde nos queda claro que su trabajo es totalmente pletórico y no existe alguna piedra en el camino que los haga resbalar.

Hammerfall, fotografía: Zulma Palacios
Hammerfall, fotografía: Zulma Palacios

Con cada canción, cada coro, el público parecía uno a la voz de Joacim pues seguían sin cesar los juegos de guitarra de Oscar, los gestos y solos de Norgren y Larsson y por supuesto el juego de palabras que determinaba una camaradería completa entre Cans y Wallin. La energía seguiría subiendo como espuma pues las siguientes canciones, eran una leyenda viva que reafirmaba la calidad y profesionalismo de la banda, pero sobre todo el amor y respeto que los bogotanos tenemos por los suecos. ‘Glory to the brave’, ‘Let the hammer fall’ o ‘Heeding the call’ fueron las chispas de emoción que pusieron el Teatro CUN patas arriba, la gente coreaba, bailaba. Sí señores, el rock, el metal, también se bailan, o, sino que lo digan los seguidores de HammerFall. Cada fragmento, cada coro antecedido por Cans era una amalgama entre público y banda imborrable. ‘Let the hammer fall’, trajo consigo un bonus, pues ver la guitarra de Oscar en forma de martillo, nos hizo erizar la piel, nos hizo enloquecer.

Hammerfall, fotografía: Zulma Palacios
Hammerfall, fotografía: Zulma Palacios

El remate de la noche no podía ser menor y lo que el público estuvo pidiendo por varios minutos fue el mejor cierre de una poderosa noche cargada de metal, power, riffs y una batería completamente explosiva, pero sobre todo una voz que nos garantiza que el tiempo podra pasar pero el timbre agudo de Joacim Cans, jamás.

Hammerfall, fotografía: Zulma Palacios

‘Hearts On Fire’, catapultó la historia de hammerfall en Bogotá en el Teatro CUN, incendio los corazones de cada uno de los asistentes, convirtió en una explosión cada uno de los sentimientos que rondaban en el recinto, pero, sobre todo, dejó en firme que tenemos un martillo de metal en nuestros oídos para rato, que por más que pase el tiempo, estos suecos siempre tendrán con qué sorprendernos y hacernos vibrar en cada presentación.