Fotografía: Cristian García
Redacción: Joel Cruz
La fascinación del público local por el black metal se notó eufóricamente en la última presentación de Sargeist, banda ya reconocida en nuestro país y que tiene como cabeza al talentoso multinstrumentista Shatraug.
Desde que las agrupaciones afines al género comenzaron a desarrollar sus primeras expresiones (sonoras, estéticas y líricas) hace más de 40 años, siempre ha sido crucial la influencia que posee su lugar de origen al momento de construir la manera de cómo han enseñado su arte ante los demás; incluso cuando se han señalado factores de identidad musicales e ideológicos imposibles de apartar en el término ‘black metal’.
Liberación de las sombras que se arrastran
Como parte de la cultura nórdica, el estilo crudo e introspectivo del oscuro sonido en Finlandia tiene una voz única, la cual no ha sido ajena a los fans más puristas del BM.
En este punto, la respuesta de los ‘blackeros’ colombianos fue alta frente a la nueva visita del grupo. Aunque solamente hay una primera vez, y Sargeist ya había estado antes en Latinoamérica, los seguidores de su carrera supieron hacer sentir a sus miembros que este ‘infierno tricolor’ fue perfecto para su ceremonia de maldad.
Los límites borrosos de las artes blasfemas
Después de la impecable presentación por parte de Mahakala como banda invitada nacional, los finlandeses ofrecieron un concierto acorde a su respetable prestigio en el escenario del Ace Of Spades Club. Reforzando la buena aceptación de la gente, una numerosa horda de fanáticos al metal más negro y nihilista respondieron anímicamente a este llamado de solemnidad en su esencia más blasfema.
Canción tras canción, la fuerza de Sargeist cayó por su peso dominante sobre el ambiente del lugar. De hecho un dominio del grupo que también pasó exitosamente por las ciudades de Medellín, Cali y Pasto.
En consecuencia, los integrantes de este ‘gélido monstruo del averno’ lograron con su trayecto aumentar el fuego de sus discípulos en Colombia. Por fortuna, esta pasión fue evidente entre los gritos y aplausos de un público que destacó por un comportamiento decente.
Complemento todo lo anterior, es importante distinguir el desempeño de las organizaciones Colombian Shows y Sylphorium Records en el proceso, que mostraron una vez más su profesionalismo absoluto, en lo que refiere a la promoción y realización de eventos dedicados al metal extremo en el país.
La mano umbrosa del averno ha triunfado de nuevo en este retorno de tiranía.
