Por: Joel Cruz
A sus 80 años de edad, el cantante británico todavía se hace cargo de una ambiciosa gira mundial que ocupa tres continentes y que aprovecha para dar una vuelta por su largo catálogo. Rod Stewart comenzó a «hacer ruido» a finales de los sesenta, cuando el verano del amor gringo estaba en su último cameo hippie. Entretanto, a miles de kilómetros de distancia, los jóvenes de Inglaterra continuaban afinando sus influencias del blues y llevándolas por vías inusitadas. Londres pasaba por una etapa revolucionaria, colorida, vanguardista y presumida. La Beatlemanía y las Satánicas Majestades lideraban la burbuja pop; pero más temprano que tarde se subirían al mismo bus otras estrellas glamurosas, con modos dispares de entender el ritmo rock and roll y el espectáculo.
Una de ellas, gracias a su voz carrasposa, llegaría para quedarse.
Stewart debutó como cantante — con todas las de la ley— con el grupo del guitarrista Jeff Beck y permaneció ahí lo suficiente para ayudar a grabar dos discos: Truth y Beck-Ola. Ser parte de la banda lo acercó con muy buenos ojos al público norteamericano. Con la salida de su primer sencillo en solitario ‘Little miss understood’, el famoso rockstar de peinado puntiagudo y laca por montones migró a la agrupación Faces, con la cuál estuvo hasta 1975. Su voz destacó por su comodidad para el R&B, el folk y el white soul; sus primeros trabajos larga duración también aparecieron durante la primera mitad de la década, conquistando tanto a Estados Unidos como a las listas de popularidad inglesas con la banda a la que pertenecía (girando de paso por Japón y Oceanía), y para rematar, en su rol individual. Sin embargo, Faces se disolvió después de que Ronnie Wood (en la guitarra) se marchara a The Rolling Stones.
Ya radicado en Los Angeles, Stewart se interesó por tendencias más populares y cercanas al rock suave, lo que aumentó su aprecio en masa. En 1978 se publica su octavo álbum, Blondes have more fun, donde está incluido el himno de himnos ‘Da ya think I´m sexy?’, escrito con el baterista y leyenda Carmine Appice. Desde su estreno hasta hoy, el tema más famoso de Rod Stewart y un hit arrasador de la historia . El sencillo le abrió las puertas de la fama a otros países como Francia y Canadá, admirado por su base de música disco e insignia de lo que se llama un verdadero clásico. En los años ochenta, sus rumbos se inclinarían por las innovaciones del synth pop y el new wave, cultivadas para otra de sus más reconocidas canciones: ‘Young turks’. Esta logró el puesto 5 en los Billboard Hot 100 y se consolidó como éxito radial en el mundo. Con cambios tan vertiginosos, su imagen encajó perfectamente con la modernidad de entonces, ayudando a que sus videos rotaran frecuentemente en el canal MTV y además, posara en calidad de cabeza de cartel para la primera entrega del festival Rock In Rio, junto a Yes, The B-52’s, Queen, AC/DC y un maravilloso etcétera.
El disco Out of order le significó ventas millonarias y por primera vez, visitó algunos países de Latinoamérica, entre ellos Argentina, Chile, Uruguay o México. Gracias a su buen momento, las compilaciones no se hicieron esperar, dándole relevancia en la radio adulta. Después de 1990, sus producciones alcanzaron una magnífica notoriedad, colaborando con Tina Turner, por ejemplo; luego de ganar un Brit Awards por sus contribuciones musicales y temporalmente unir fuerzas con sus amigos de Faces, vendría posiblemente la balada en conjunto que mejor resalta su participación con dos de sus colegas, en este caso Sting y Bryan Adams: ‘All for love’, tema de la película Los tres mosqueteros. Con su inducción al Salón de la Fama del Rock y tras haber tocado ante 3.5 millones de personas en la playa de Copacabana (Brasil), Stewart dedicó el resto de la década a replantear sus tareas como compositor.
A inicios del nuevo milenio, el cantante se acercó a ciertas corrientes de las raíces estadounidenses. Fue destacado en un musical basado en su obra y reunió en otras ocasiones a Cher, Dolly Parton, Eric Clapton y Stevie Wonder. En el 2005 obtuvo el premio Grammy en la categoría ‘Mejor álbum de pop vocal tradicional’ por Stardust: The Great American Songbook, Volume III. Sus experimentos abarcaron con el tiempo las aguas del rock sureño, el sonido Motown y el soul. Varias de sus producciones en la última década le permitieron, aún así, fortalecer sus composiciones propias y la atracción de mayores títulos, como el Hall de la Fama (ahora en Inglaterra),su concierto en el Festival de la Canción de Viña del Mar (en Chile)y su nombramiento como caballero de la Orden del Imperio Británico porGuillermo de Cambridge, príncipe de Gales.
En el 2024, Rod Stewart se asoció con el pianista, vocalista y compositor Jools Hoolland en el álbum de covers dedicado a las big band Swing fever, con elementos de jazz muy relevantes entre 1940-1950. Su más reciente gira se llama Live In Concert One Last Time, donde Colombia figura como el destino novedoso de la gira. El vocalista, productor y octogenario compositor se presentará el próximo 14 de octubre en el Movistar Arena de Bogotá, por lo que esta experiencia es una genial oportunidad para sus fans y de las mejores noticias que el mainstream ha divulgado durante las últimas semanas.
