En uno de los momentos más significativos de su recorrido, Daymé Arocena presenta en Colombia un espectáculo potente, libre y profundamente emocional que condensa el pulso de su presente artístico. En escena confluyen todos sus mundos: la energía de la rumba contemporánea, la expresividad del R&B en español y los ritmos afrocaribeños que atraviesan su obra. Como lo señaló NPR, «esta cantante cubana de soul está que arde, encendiendo los escenarios dondequiera que se presente».
Esta gira visitará tres ciudades clave del país antes de continuar por escenarios destacados en Estados Unidos. Después de su paso por Colombia, Daymé continuará su gira por Estados Unidos, con presentaciones confirmadas en el Festival LatiNxt de Chicago , el Festival Latino de Columbus, OH y otras fechas por anunciar.
Esta gira coincide con el reciente lanzamiento de No temeré , su colaboración con el productor y artista Adrián Quesada (Black Pumas) . La canción forma parte del nuevo álbum de Quesada, que también incluye colaboraciones con artistas como Monsieur Periné, Ed Maverick e iLe . En esta pieza íntima y luminosa, Daymé reafirma su voz en la nueva música latinoamericana desde un lugar de profundidad emocional y libertad creativa.
A finales de mayo, también presentó Daymé y yo , un EP grabado en vivo a piano y voz en la Ciudad de México, donde explora su dimensión más íntima como autora. Una obra que reafirma la dualidad que atraviesa su arte: la artista que interpreta y la mujer que escribe. El EP está disponible en todas las plataformas digitales.
Nacida en La Habana en 1992, Daymé fue reconocida como niña prodigio desde temprana edad. Formada en el conservatorio Amadeo Roldán, se dio a conocer internacionalmente con Nueva Era (2015), un debut que marcó el inicio de una carrera en constante transformación. Desde entonces, ha construido una propuesta autoral que una tradición caribeña, sensibilidad pop y raíz afrocubana desde una mirada moderna y profundamente personal.
Con cada paso, Daymé reafirma su lugar como una artista en constante transmutación, tejiendo puentes entre pasado y presente, entre la ceremonia y el ritmo, entre lo íntimo y lo colectivo.
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