Después de haber batallado durante décadas con problemas de adicciones y enfermedades generadas por un agitado estilo de vida en torno al rock and roll, el vocalista de Black Sabbath y líder de su propio proyecto en solitario Ozzy Osbourne, fallece a los 76 años.
Su familia asegura que el cantante estuvo rodeado de amor durante su deceso y pide así mismo respeto a la privacidad entre su círculo cercano.
John Michael Osbourne nació en Birmingham (Inglaterra), en diciembre de 1948. Tras vivir una niñez y una adolescencia rodeada de carencias, formó con sus amigos cercanos a la agrupación Black Sabbath, pionera del heavy metal. En los ochenta, al comenzar su carrera en solitario, contó con el apoyo de Sharon Osbourne, su esposa y manager.
A pesar de sus polémicas apariciones mediáticas, sus excesos y los cambios vertiginosos de la industria musical a través de los años, su presencia nunca pasó desapercibida en la cultura popular. A manera de presagio, el pasado 5 de julio se celebró el multitudinario concierto Back To Beginning, que realizó tributo al legado de Black Sabbath, incluyendo a su cantante original y a otras grandes figuras del rock pesado mundial.
Ozzy Osbourne grabó nueve álbumes oficiales con la banda que lo dio a conocer internacionalmente y un total de 13 producciones durante su fructífera carrera en solitario. Ganador de premios Grammy, MTV Europe Music Award o Kerrang! Legend, el legado del «Príncipe de la Oscuridad» es inmensamente vasto para resumirlo en pocas líneas. Metallica, Alice In Chains, Slayer, Cradle Of Filth, Slipknot, Marilyn Manson y muchos titanes del rock y el metal extremo no podrían haber existido sin su influencia y de la gigante agrupación que ayudó a fundar finalizando los años sesenta.