El ensamble de la banda era tan perfecto; la sincronía y camaradería de cada uno dejaba ver claramente el profesionalismo, los años de trabajo el nivel de la banda y sobre todo el empeño; esfuerzo, cariño y amor que cada uno ponía en el instrumento y en el teatro para que Saxon sonara, se viera y fuera lo que hoy aún es.
Redacción y fotografía por: Zulma Palacios
El pasado 15 de abril, los amantes del heavy metal quedaron desanimados con la noticia de la cancelación del show de Saxon para el Monsters Of Rock. De todas formas, como buenos caballeros ingleses siempre cumplen con sus compromisos y luego de 7 meses el sueño de muchos se haría realidad.
Las águilas arribaron con gran éxito a Colombia el pasado 24 de noviembre, sacudiendo de adrenalina, felicidad y mucho heavy metal el Teatro Mayor. Eran las 5:00pm y en la entrada del teatro ya comenzábamos a ver personas haciendo fila y esperando pacientemente por su banda favorita. Algunos, apresurados, llegaban a preguntar por la taquilla para poder comprar su entrada. El tiempo fue corriendo y a las 7:00pm los ánimos en la fila iban aumentando, todos querían el mejor puesto para poder disfrutar de los titanes del heavy metal británico.
Las puertas se abren y la gente comienza una carrera contra reloj por obtener el mejor puesto, la mejor vista, el mejor lugar para poder disfrutar de la banda que los hizo esperar tanto tiempo. Esta sería la noche en que aquella deuda quedaría saldada.
Antes de Saxon, tendríamos el gusto de disfrutar de Madzilla. El cuarteto de Las Vegas, Nevada comenzaría el show con una gran responsabilidad, ¡preparar al público para lo que pronto llegaría! Con un excelente sonido y una propuesta thrash con algunos visos de progresivo, canción tras canción irían demostrando porque fueron los elegidos para telonear la gira sudamericana de Saxon.
Liderados por David Cabezas, vocalista y guitarrista ecuatoriano, nacionalidad claramente notable al hablar todo el tiempo español, nos fue mostrando la calidad de la banda con temas como: ‘Vengeanse’ o la más reciente ‘Your Nemesis’, con la cual destacó el guitarrista Juan Sebastián Garces solos tan pulidos y estridentes que al cierre de este show nos fuimos dando cuenta como el teatro estaba aún más lleno.
La cuota de thrash cerraba su show con una gran selfie que mostraba la felicidad de la banda y asistentes, pero también la ansiedad de lograr por fin el reencuentro con los británicos.
En el ambiente y los rostros de los asistentes, era imposible no ver ni sentir lo impacientes de todos. Conversaciones indistintas, la mirada al reloj constante, el coro a una sola voz de “Saxon, Saxon” cada tantos minutos, dejaban al descubierto la ansiedad guardada durante 7 meses que ya quería salir y gritar de alegría como un dragón con ansias de volar muy alto.
Cumpliendo con el horario acordado, sobre las 9.30pm saldría al escenario Saxon. La locura se hizo sentir; entre un considerable calor, gritos de ovación, coros sin cesar que llamaban a Biff Byford, hacían que los ingleses sonrieran complacidos, saludaran al público y dieran comienzo a su show.
Los acordes nos decían que iniciarían con ‘Carpe Diem’ (Seize the Day) seguida de ‘Motorcycle Man’ que le daría paso a ‘Age of Steam’ un trio potente que pondría la noche en su más alto pico musical para que el público por fin calmara su sed de heavy metal. Los chiflidos de Byford, la sonrisa de Doug Scarratt y la potencia del bajo de Nibbs Carter eran el platillo perfecto para que el Teatro Mayor vibrara y temblara a un solo salto, a una sola voz.
Paso a paso fuimos disfrutando de canciones como: ‘Power and the Glory’, ‘Dambusters’, ‘Dallas 1 PM’, ‘Heavy Metal Thunder’, ‘Sacrifice’. Que lentamente nos fueron llevando por un paseo histórico-musical con el cual el placer de una cita a satisfacción no era para menos. Era inevitable dejar pasar la voz de Biff Byford pues con pasados los 70 años de edad su voz seguía intacta, su energía en el escenario era contagiosa, imparable, realmente el gusto de disfrutar de estos ingleses era completa de punta a punta.
La batería explotaba de una forma tan dura y sincronizada que no podíamos creer que en ese escenario hubieran tantas décadas juntas. El ensamble de la banda era tan perfecto; la sincronía y camaradería de cada uno dejaba ver claramente el profesionalismo, los años de trabajo el nivel de la banda y sobre todo el empeño; esfuerzo, cariño y amor que cada uno ponía en el instrumento y en el teatro para que Saxon sonara, se viera y fuera lo que hoy aún es. Una banda excelente por naturaleza y líder del NWOBHM.
Lenta y dolorosamente el reloj y las canciones que seguían una tras otra nos anunciaban que el sueño del heavy metal británico llegaba a su final. Las luces rojas y blancas compaginaban perfectamente con el show, el todo en uno del teatro fue la mejor ceremonia de un heavy metal de calidad.
Con temas como ‘Denim and Leather’, ‘Princess of the Night’ y ‘Strong Arm of the Law’ los británicos nos anunciaban el final. Final que nos dejaba con una sonrisa de oreja a oreja. Cansados, pero felices, afónicos pero satisfechos, sin cuello, sin brazos, sin pies pero con la dicha de poder contar a las nuevas generaciones que vimos y disfrutamos a Saxon 40 años de carrera musical después, con la misma fuerza, energía y pie de lucha que siempre los ha caracterizado.
Como dicen por ahí, “lo bailao’ nadie nos lo quita” y esa es tal vez para mí, querido lector la frase que logra encerrar este hermoso y aplastante show.